Busco un lugar que solamente sea mío, donde poder emborracharme con mis propias lágrimas, marearme con el humo que desprende mi putrefacto corazón, silenciar el ambiente entre gritos agonizantes.
Los buenos recuerdos me destrozan por dentro, los sentimientos que en ellos guardaban fueron destruidos por el intenso ardor de la decepción, la cual es una bebida que me suelen dar a traición, día tras día, seduciéndome con palabras vacías, en las cual caigo presa sin apenas darme cuenta, quedando así completamente manipulada por tus manos.
Tu voz hace que mis tímpanos quieran estallar, oír tu voz me hace débil, hace que los últimos pedazos de mi corazón se vuelvan a romper y así sucesivamente hasta que al fin no quede nada... parece que era eso lo que querías conseguir.
No entiendo esta situación en la que vivo, llena de engaños, mentiras, enfrentamientos y traiciones, no comprendo por qué las las cosas siempre se tiñen del lado más deplorable, no comprendo por qué soy siempre yo la que acaba ahogada entre su propio silencio y sus pensamientos, mustios como mi propia alma.
Trago con fuerzas mis palabras, afiladas como cuchillas, clavándose muy adentro, produciendo un terrible dolor del que no me desprenderé, no quiero pronunciar la cruel realidad, tengo demasiado miedo...
No quiero volver a caer, ¿alguna vez me he levantado? me pregunto, he estado hundida en un mar espeso, lleno de depredadores hambrientos, con ganas de jugar a despiadados juegos.
Por mucho que llore pidiendo tu auxilio solamente te quedarás mirando como voy desapareciendo entre el olvido y la nada, mientras esbozas una última sonrisa, la cual yo acompaño con una lágrima seca más.
Y los inocentes actos para intentar mejorarlo se han vuelto contra mí, reprochándome lo que nunca hice y lo que nunca debí de hacer, clavándose en mi pecho una y otra vez.
Acaba conmigo de un golpe, no me dejes que siga sufriendo...
jueves, 8 de septiembre de 2011
lunes, 5 de septiembre de 2011
Sonrisas a corto plazo.
Vivo entre verdaderos animales, a los que solo les importa las apariencias, sin darse cuanta de su putrefacto interior, el que tapan con una gruesa capa de falsedad. Vivo en un lugar cuyas personas con un bondadoso interior son simple asfalto que la gente pisotea y escupe hasta conseguir reducirlas, hacerlas sentir como seres inferiores.
Harta de escuchar lo mismo una y otra vez, de tener que seguir patrones para ser aceptada en la sociedad cruel, sin escrúpulos enamorada de su propio reflejo que no es más que propia invención suya.
Encerrada entre mis propios criterios, apartada de toda esa gente que quiere ser algo por los demás y no por ella misma... realmente prefiero ser la Sra. Nadie. Una señora solitaria, de corazón protegido contra el dolor por miedo a que finalmente la superficialidad domine los sentimientos.
El amor ya no existe, es solo una mecánica del cerebro regida por lo bella que aparente ser una persona, donde las palabras son vacías, escasas, donde el sexo es lo único que los llena, demostrando así de nuevo como nos estamos convirtiendo es simples animales de mente y corazón vacío.
La amistad tampoco es lo que era, la gente se manipula, se van cambiando aspectos de otras personas para complacer nuestras necesidades, robándoles la personalidad y convirtiéndolas en simples juguetes que acaban tirando por esa monotonía que ellos mismos les implantaron.
Sonrisas falsas que recibimos diariamente y al descubrir su verdadero significado se clavan en lo más profundo de nuestro ser, rompiéndonos completamente e impidiéndonos levantarnos, atándonos al dolor de la más horrible de las maneras...
Espero que la gente verdadera siga existiendo, que resista a la presión, que no se deje sucumbir por sus imperfectas ''vidas perfectas'', recuerda que no son más que mentiras y falsedades, ten cuidado, no seas uno más de ellos.
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